Todos tenemos algo que enseñar y aprender
Todos los días aprendemos algo nuevo de muchas personas diferentes. La mayoría de las personas que me han enseñado cosas, lo han hecho sin ni siquiera saber que estaban enseñando. Muchas veces les he hecho saber lo valioso que ha sido su ayuda, otras veces callo. He oído muchas veces, nunca se es demasiado viejo para aprender. Bueno, eso es cierto, pero ¿qué tal esto? Nunca se es demasiado joven para enseñar.
He aprendido de mi madre a luchar por lo que se quiere, a no rendirse nunca sin importar cuan difícil el camino parezca. Mis amigos me han enseñado el valor de una buena amistad, mi familia mi ha hecho ver la importancia de la unidad.
Los niños me enseñan cómo ser joven, disfrutar de la vida, ya sea en el asombro y admiración por las cosas más pequeñas en esta tierra. Los adolescentes me han enseñado a ser humildes, ¿cómo no debo vestir, y cómo no prestar atención a las apariencias, pero si a escuchar y ver lo que está en el interior de alguien, ya que es lo que realmente cuenta. He aprendido que puedo dar amor abierta y libremente, y un abrazo, y que las personas están dispuestos a devolver el amor.
La vida tiene muchas lecciones, solo debemos prestar atención a los pequeños detalles e incorporar cada lección a nuestra vida para hacerla mas radiante y enseñar a otros el verdadero significado de vivir.
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