Más casas y menos hogares
El haber crecido con el amor y la protección de una familia me hace pensar cuan deteriorada esta generación se ha vuelto. En medio de tantas cosas materiales y de tanto ruido, nuestra generación se ha vuelto -tal vez- la generación más desesperada.
- Tenemos muchas casas pero sin el calor de un hogar. Cuatro paredes, un piso, computadoras, y un televisor a color no bastan para tener un hogar. Las familias más tristes -en muchos casos y según mi experiencia - viven en hogares lujosos.
- Tenemos mucha velocidad, pero sin dirección. Pasamos muchas horas trabajando pero no encontramos sentido a nuestra vida. A como lo dijo nuestro poeta Ruben Dario, "No sabemos de dónde venimos ni a dónde vamos."
- Tenemos mucha sexualidad, pero sin amor ni fidelidad. Vemos muchos matrimonios rotos, hijos jóvenes heridos por el divorcio y la separación.
- Tenemos mucho conocimiento, pero sin sabiduría. Hoy día un estudiante de 15 años conoce más acerca del universo que nos rodea que lo que sabían todos los antiguos filósofos y científicos hace un siglo atrás.Mas sin embargo no utilizan ese conocimiento en bien de los demás.
- Tenemos mucha ciencia pero sin ética. Hay hospitales donde los médicos luchan para conservar la vida de un paciente, mientras que -en ese mismo hospital día a día otros médicos destrozan un feto vivo cuyo corazón todavía está latiendo.
La soledad ha invadido nuestras familias y nuestra sociedad. En medio de tantas cosas materiales y de tanto ruido, nuestra generación se ha vuelto la generación que más sufre de soledad.
Nos hemos olvidado del amor y de mi dado la espalda a la unidad familiar. Nos hemos vuelto individualistas y sobre todo nos hemos olvidado de Dios.
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