Visita Rural

Esta mañana tuve la oportunidad de salir de mi rutina frente a las computadoras y visitar la  comunidad rural San Pablo, ubicada al sureste de mi municipio. 

Mis compañeros de viaje (el sacerdote de la parroquia local, un seminarista, mi prima) y yo partimos desde La Dalia, a las 9 de la mañana, después de un corto de viaje de media hora llegamos a la comunidad de Wasaka, donde abandonamos el vehículo que nos transportaba e iniciamos la caminata hacia lo alto de la montaña, donde se encuentra la pequeña iglesia que íbamos a visitar. 

Hace mucho que no visitaba la zona rural, y después de tanto tiempo me sorprendió recordar lo bien que se siente el aire puro y fresco que se respira en las montañas y la belleza que rodea el paisaje natural. Después de parar frente a una pequeña casa junto a la carretera, iniciamos el descenso hasta el Rio Tuma, donde encontramos a muchas personas que vinieron de los alrededores  para refrescarse en sus aguas..



La fresca brisa y el verde del paisaje me hicieron sentir relajado, deseando poder contemplar aquel paisaje por mas tiempo. Sin embargo debíamos cruzar el puente e iniciar el ascenso del otro lado del río.

Después de caminar por casi media hora, por la carretera que conduce a la comunidad, la cual esta rodeada de arboles de guacimo, pequeñas lagunas, y una que otra humilde casa, llegamos a la pequeña iglesia de San Pablo. Donde los feligreses nos esperaban y saludaron muy alegremente.

Fuimos trasladados a la cocina, donde desayunamos tortillas recién preparadas con cuajada fresca y una taza de café caliente. Durante el transcurso de nuestra estancia, la gente se mostró muy amable, y entablaron mucha conversación con nosotros sobre diferentes tópicos, pero sobre todo sobre religión. 

Finalmente llego el momento del oficio de la misa y todos los feligreses se prepararon para ello, cantando muy animadamente himnos propios de la fe católica. Dentro de la agenda de la misa se incluia 6 bautizos y un matrimonio. Este ultimo contrastaba mucho con el típico matrimonio que todos nos podemos imaginar en cuanto a las superficialidades propias de la ceremonia, esta fue una boda muy sencilla, donde la novia no vestia de blanco, ni el novio de gala, pero que igual, estaba movido por el amor del uno hacia el otro. El proveniente de una vida de soledad y ella de una relación que fracaso pero que dejo como frutos varios descendientes. La ceremonia fue muy emotiva por los antecedentes de ambos y todos los asistentes se mostraron muy contentos con el paso que ambos tomaron. 


Lamentablemente despues del matrimonio y luego de almorzar, llego el tiempo decir adiós a la comunidad de San Pablo, pero me dejo la lección del día; No importan los errores cometidos en el pasado, cuando existe amor verdadero todo es perdonado. Lo material no da la felicidad, ni resta importancia al compromiso entre dos personas que han decidido unir sus caminos en el sacramento del matrimonio. 

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