Al final del día
Muchas veces llegamos al final del día y al hacer reflexión sobre lo que ha pasado durante las ultimas horas, nos encontramos con la sorpresa de que no hemos dado frutos.
Todas nuestras acciones y nuestras palabras han de ser motivo para edificarnos espiritual y socialmente con las personas que nos rodean.
Muchos al llegar el final del día tenemos cero frutos...
Nos sentimos indignos...
Nos sentimos incapaces...
Otro dia mas en el que nuestros fracasos, debilidades y temores han visto la luz...
Lo mismo de todos los días... queremos hacer tantas cosas, pero jamas se materializan en acciones concretas... todo queda a nivel de suenos y deseos pero cero esfuerzo.
Muchos al llegar el final de día no nos damos cuenta de que estamos perdiendo un tiempo valioso, que no hay nada imposible si nos lo proponemos. Olvidamos ante todo que que somos un instrumento muy valioso para Dios, y que tenemos la misión de cambiar un mundo de dolor por un mundo de amor.
El fruto del triunfo esta en nuestras manos...
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